La cooperación entre los Estados miembros de la CARICOM ha adquirido una nueva dimensión desde el 1ᵉʳ de octubre de 2025. Barbados, Belice, Dominica y San Vicente y las Granadinas han levantado oficialmente las barreras a la circulación de sus ciudadanos. Estas cuatro naciones han puesto en marcha un acuerdo sin precedentes que permite a sus nacionales vivir, trabajar y establecerse libremente en este espacio caribeño sin permisos de trabajo. Una señal fuerte para la construcción de una región más unida y solidaria.
Un acuerdo fundacional para la libre movilidad regional
Lanzado bajo el título “Cooperación reforzada en materia de libre circulación”, este compromiso fue ratificado por los Jefes de Gobierno en la 49ᵉ Cumbre del CARICOM, celebrada en Montego Bay. Por primera vez, los países caribeños aplican plenamente los principios de libre circulación ya esbozados en el Tratado de Chaguaramas.
Gracias a este acuerdo, los nacionales de Barbados, Belice, Dominica y San Vicente y las Granadinas pueden entrar, salir, trabajar y residir en los países socios sin un certificado del CSME ni un permiso especial. También disfrutan de un acceso limitado pero efectivo a los servicios públicos esenciales, incluida la sanidad básica y la educación primaria o secundaria.
Esta cooperación entre los Estados miembros de la CARICOM es el primer paso de un proyecto más amplio para unificar la región en términos humanos y económicos.
Apalancamiento estratégico para cuatro economías complementarias
- – Para Barbados, el reto está claro: hacer frente al envejecimiento de la población y a la escasez de mano de obra. Bridgetown espera atraer a trabajadores jóvenes de los países vecinos para apoyar los sectores clave del turismo, los servicios y la sanidad.
- – Belice, cuyo territorio es sesenta veces mayor que el de la mayoría de las islas del Caribe, quiere fomentar el asentamiento de sus zonas rurales e impulsar su desarrollo. Con una población de apenas 400.000 habitantes repartidos en 22.000 km², el país ve en esta cooperación entre los Estados miembros de CARICOM una oportunidad para atraer talento e impulsar la productividad.
- – Dominica y San Vicente y las Granadinas se centran en los vínculos culturales e históricos. En Kingstown, el Primer Ministro Ralph Gonsalves señaló que esta iniciativa tiene también una dimensión identitaria:
“Nuestros hermanos y hermanas garífunas de Belice pueden venir y pasar más tiempo aquí, trabajar si lo desean, y nuestros ciudadanos son ahora libres de ir allí”.
Una historia compartida, base de la integración
Esta cooperación entre los estados miembros del CARICOM se basa en un fundamento histórico común. Las cuatro naciones comparten una experiencia colonial británica, una herencia lingüística similar y una estructura institucional parecida. Estas afinidades han facilitado la puesta en marcha de un plan de movilidad sin precedentes en la región.
Se ha introducido un mecanismo común de verificación para filtrar las solicitudes. Las autoridades conservan el derecho a denegar la entrada a cualquier persona que represente un riesgo para el orden público o una carga financiera para el Estado de acogida. Esta cláusula pretende preservar el equilibrio entre apertura y responsabilidad.
Un laboratorio para la integración regional
Los dirigentes consideran esta cooperación entre los Estados miembros de la CARICOM como un proyecto piloto. Si los resultados son concluyentes, podría ampliarse a otros países miembros ya en 2026. Ya se están manteniendo conversaciones con Jamaica, Santa Lucía y Trinidad y Tobago para que se sumen a la iniciativa.
Según los economistas regionales, esta cooperación entre los Estados miembros de la CARICOM representa una gran oportunidad para facilitar el intercambio de competencias y reforzar las cadenas de valor locales. Al eliminar las trabas administrativas, fomenta la movilidad profesional, el espíritu empresarial y la creación de redes de talentos caribeños.
Beneficios sociales y humanos sostenibles
Más allá de las cifras, el impacto humano de este acuerdo es considerable. Miles de familias podrán ahora vislumbrar un futuro más allá de sus fronteras nacionales. El acceso al empleo, a la formación y a la asistencia sanitaria básica allana el camino para una integración real de las sociedades caribeñas.
Esta cooperación entre los Estados miembros de la CARICOM también da un nuevo significado al proyecto inicial de la Comunidad: construir una región solidaria en la que los ciudadanos compartan los mismos derechos fundamentales. Encarna una nueva generación de políticas regionales basadas en la confianza y la reciprocidad.
Hacia un Caribe unido e inclusivo
La entrada en vigor de esta medida confirma la determinación de la región de escribir una nueva página de su historia. La cooperación entre los Estados miembros de la CARICOM va más allá de las consideraciones económicas: simboliza la voluntad política de unir a los pueblos y reforzar la estabilidad social.
Al abrir sus fronteras entre sí, Barbados, Belice, Dominica y San Vicente y las Granadinas están demostrando que otro Caribe es posible: un Caribe móvil, conectado y consciente de su destino común.